- Los distribuidores de congelados se reúnen de urgencia preocupados ante la situación actual en el transporte, cuyas consecuencias pueden llegar a afectar servicios básicos, hospitales, residencias y colegios.
- Los asociados de FROZEN ESPAÑA considera que hay que tomar medidas urgentes para bonificar el impuesto especial sobre los hidrocarburos como se hace en otros sectores, al formar parte de la cadena de alimentaria.
- Desde FROZEN ESPAÑA no se secunda la huelga, ni la coacción a las empresas y transportistas que quieren desarrollar su activad con normalidad.
Desde FROZEN ESPAÑA, representantes de más de 120 empresas del sector del congelado reclaman a la Administración Pública ayudas directas al sector del trasporte ante el incremento de costes que se está produciendo estos días. “En FROZEN ESPAÑA tenemos asociados que cuentan, por ejemplo, con depósitos de combustible de 35.000 litros y otros que simplemente acuden a la gasolinera como cualquier ciudadano. Tanto para unos como para otros el coste que ha alcanzado el gasoil no es asumible porque, no solo hablamos del coste del gasoil, sino que es se ha producido un incremento en aspectos tan importantes como es la factura de la luz, que van a llevar a numerosas empresas a parar la actividad por la incapacidad de asumir los precios que está alcanzando el mercado”, afirma Alberto Bueno gerente de FROZEN ESPAÑA.
Actualmente se habla de muchas medidas para hacer frente a este incremento de costes, pero algunas de estas medidas, como es la reducción del IVA, solo beneficia al consumidor de a pie, pero en ningún caso ayuda a las empresas distribuidoras de alimentos. “Nosotros somos recaudadores de impuestos y por tanto una reducción de este impuesto no nos afectaría lo más mínimo. Creemos que hay que trabajar en subvenciones al transporte tanto para pequeños autónomos como para grandes distribuidores. Además, reclamamos que se devuelva el impuesto especial que se paga sobre los hidrocarburos, al igual que se hace en otros sectores. Nosotros somos parte esencial para la sociedad y en muchas ocasiones parte olvidada”, comenta uno de los asociados a FROZEN ESPAÑA, durante la reunión mantenida con carácter urgente para tratar la situación actual.
Los distribuidores asociados a FROZEN ESPAÑA desde el primer momento han intentado desarrollar su actividad con la máxima normalidad ya que es una huelga convocada por una institución independiente. “Nosotros servimos a colegios, hospitales, residencias de ancianos, restaurantes y a grandes, pequeños y medianos supermercados. Los alimentos son fundamentales y tenemos el deber moral y legal de cumplir con nuestro cometido. Eso no quita que reclamemos ayudas directas al sector, porque ahora mismo estamos con la soga al cuello por la escalada de costes que se ha producido. No podemos esperar más tiempo porque cada día que pasa nos cuesta más mantener la actividad. Nuestros costes se han incrementado entre un 35% y un 50% respecto a meses similares en años anteriores. Pero creemos que esta huelga se está jugando sin reglas y eso no beneficia a nadie, aunque estemos de acuerdo y comprendemos perfectamente las quejas”, comenta otro asociado a FROZEN ESPAÑA.
Esta es una situación, según califican distintos asociados muy complicada y que si se prolonga en el tiempo puede afectar a la campaña de Semana Santa ya que, la falta de mercancías en los distintos destinos puntos de entrega, no va a ser algo que se va solucionar rápidamente y que va a llevar a que se produzcan importantes cuellos de botella las próximas semanas.
“Para ayudar a todas las empresas que forman parte de FROZEN ESPAÑA, vamos a intentar cerrar acuerdos a gran escala tanto con la Administración Pública competente como con grandes proveedores de combustible que beneficien a los asociados y les ayuden a paliar la situación que están viviendo. Hemos pasado la pandemia, la crisis de las materias primas, ahora el coste del combustible… Estamos sufriendo mucho y recibiendo muy poco por parte de los entes públicos”, concluye Alberto Bueno como gerente de la Asociación.